jueves, 27 de septiembre de 2012

Pautas para la adaptación del niño al colegio

Como a todas las personas, a los niños también les cuesta adaptarse a las nuevas situaciones. Además, el hecho de separarse de sus padres (las personas que les dan protección y cariño) puede suponerles un gran dolor, ya que los más pequeños piensan que los estamos "abandonando" en el colegio. 



Para conseguir que tu hijo se adapte de la mejor manera posible a la escuela puedes seguir estos consejos:

  • En muchas escuelas infantiles han implantado el método de la adaptación horaria, que consiste en que el niño va sólo unas horas a la clase y poco a poco se va aumentando el tiempo.
  • Normalmente, si tu hijo se siente "abandonado" en el colegio, puedes dejarle que se lleve un juguete o algo que le sea familiar, para que se sienta más seguro y acompañado.
  • Si prolongas las despedidas, prolongarás su pena por quedarse en clase. Lo que hay que intentar es una despedida rápida a la vez que le transmitimos seguridad y normalidad, aunque internamente lo estemos pasando peor que ellos.

  • Cuando recojas a tu hijo, pasa tiempo con él para que se sienta más atendido. Puedes jugar con él y preguntarle qué ha hecho en el colegio, con quien ha jugado en el recreo y otras cosas similares.
  • Si necesitas hablar con los profesores del centro, hazlo para despejar tus dudas, solventar tus problemas o despejar tus miedos. De esta forma, tú también te tranquilizarás y sabrás lo que ocurre con tu hijo cuando no estás con él.
  • A la hora de controlar el tema de los alimentos que consume en el colegio, puedes solicitar el menú de la escuela o hablar con los responsables del comedor. Además, procura prepararle un desayuno equilibrado y acorde con sus necesidades nutricionales.

jueves, 20 de septiembre de 2012

La implicación de los padres en la enseñanza

La enseñanza de nuestros hijos es una tarea compartida con los profesores y maestros, pero no debemos dejar de lado nuestra parte de responsabilidad en el proceso de aprendizaje de los más pequeños de la casa.

Para cada etapa de su educación, el niño necesitará una ayuda diferente, una guía en su camino escolar y un apoyo en sus decisiones. Para eso están los padres, que deberán estar siempre presentes para prestarles toda la ayuda y orientación que necesiten sus hijos.


La educación infantil.

Los primeros años de escolaridad son la base de la enseñanza de nuestros hijos. En estos primeros años, los niños aprenden a socializarse con los demás niños y a desarrollarse como seres cada vez más independientes.

Aunque en esta etapa los niños no suelen traer deberes a casa, los padres deben prestar mucha atención a lo que están haciendo en el colegio. Los pequeños se sienten orgullosos de sus 'trabajitos' escolares y los padres deben estimularlos para que sigan mostrando interés por el aprendizaje.

Además, los padres pueden colaborar con las pequeñas tareas que deban hacer en casa como recopilar hojas secas, recortar imágenes, dibujar...


La educación primaria.

A los seis años, los niños entran en "el cole de mayores", se sienten más responsables y ya son capaces de socializarse con otros niños de su edad y de atender a la figura del profesor. En los primeros años de esta etapa, los niños tienen que aprender a desarrollar su propia responsabilidad y a entender que deben realizar un trabajo diario y constante para obtener buenos resultados.

Aunque deben trabajar solos, los padres deben estar ahí para apoyarles y responderle las dudas o problemas que le puedan surgir en la resolución de las tareas. De esta forma, los niños se sentirán más motivados a la hora de estudiar.


La educación secundaria.

No hay duda de que la adolescencia es una etapa muy dura ya que los jóvenes se sienten rebeldes ante la autoridad que representan sus padres y sus profesores, lo que provoca que muchos de estos jóvenes no le presten la misma atención al estudio.

La educación secundaria es compleja y el nivel de dificultad y exigencia va en aumento. Los padres deben estar cerca de sus hijos para prestarles la ayuda y los consejos necesarios para guiarle por esta nueva etapa de su vida.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Trucos para superar la vuelta al cole

La pasada semana vimos que los niños también sufren por la vuelta a la rutina tras la vacaciones. Si vuestro hijo está apático o triste, puede sufrir el Síndrome de la normalidad infantil. En esta entrada te damos más información sobre este tema.

La vuelta a la rutina es traumática para todos, pero puedes ayudar a tu hijo para que se le pase pronto el "disgusto" de no tener más vacaciones. Con estos truquitos, tus hijos volverán al colegio con más ganas.


- Si tus hijos participan en la compra de ropa y materiales para el colegio, se interesarán más en volver a las clases.

- Algunos niños temen no volver a ver a sus compañeros. Debes tranquilizarle diciéndole que sus amigos seguirán allí cuando empiece el curso. Si tu hijo va a cambiar de centro, anímale diciéndole que hará amigos nuevos y que no va a perder a los antiguos.

- Antes de empezar, motívale usando mensajes positivos como "vas a ver a tus amigos" o "irás a la clase de los mayores".


- En los primeros días de curso, los niños tienen menos ganas de ponerse a hacer los deberes. Déjales un poco de tiempo para que se relajen antes de empezar con la tarea escolar.

- Si les ayudas a organizarse el tiempo de estudio y a hacer los deberes, tus hijos se sentirán más acompañados en el inicio del nuevo curso.

- Planifica el tiempo del fin de semana para que lo aprovechen al máximo, proponiéndole actividades que le gusten como ir al cine o a una excursión por el campo, con motivo de la vuelta al cole.

jueves, 6 de septiembre de 2012

El síndrome de la normalidad infantil: la vuelta a la rutina

Ya estamos en septiembre, un mes en el que los padres vuelven al trabajo y los niños, al cole. Estos días vamos a ir dando claves para que logréis que vuestros hijos se adapten mejor a la rutina tras las largas vacaciones.


Los niños también sufren un síndrome postvacacional, aunque en ellos se conoce como "Síndrome de la normalidad infantil". Las molestias que este síndrome puede causar en los niños son leves: fatiga, tristeza, trastornos del sueño, desánimo... Pero afortunadamente, suelen pasar en pocos días.

Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el porcentaje de niños que sufren este síndrome es muy escaso: sólo lo sufren entre un 5 y un 8% de los niños. Aunque se suele dar con mayor frecuencia en niños cuyos padres y madres sufren el síndrome postvacacional, esto no es una afirmación categórica.


Debemos conseguir que tanto nuestros hijos como nosotros nos adaptemos progresivamente a la rutina de septiembre. Para ello, lo más recomendable es que la vuelta a la rutina no signifique algo aburrido o serio, sino que debemos darles a entender a nuestros hijos que, aunque han vuelto las tareas del colegio, no se ha terminado el ocio.

La próxima semana empezaremos con algunos trucos para superar el "Síndrome de la Normalidad Infantil". ¡No os lo perdáis!